Asoqosqomaki – Asociación de apoyo a los niños y adolecentes

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Apoyo a los Niños y Adolescentes

Posibilidades de desarrollo

Talleres de Carpintería

El objetivo es generar oportunidades de capacitación en conocimientos técnicos de carpintería para jóvenes que a menudo no cumplen con los requisitos necesarios para acceder a una formación técnica, lo cual les permita desarrollar un futuro laboral.

Talleres de panadería

Fomentar el trabajo digno en condiciones adecuadas, frente a la explotación infantil de la que suelen ser víctimas los jóvenes en situación de calle.
Para esto les brindamos los conocimientos técnicos en panadería.

Dormitorio Infantil

El dormitorio de Qosqo Maki es un servicio de acogida nocturno, abierto a niños y adolescentes en situación de abandono. Ofrecemos condiciones de descanso dignas, Qosqo Maki propone camas, duchas, desayunos con acceso al gimnasio, la biblioteca y el espacio cultural.

Biblioteca Especializada

Es un espacio de intercambio y de aprendizajes donde se proponen actividades educativas libres y gratuitas. Crea diversos espacios de socialización, aprendizaje e interacción.

Biblioteca Ludoteca

Es una propuesta teórico-práctica, que busca generar aprendizajes y conocimientos sobre la problemática y perspectivas de los niños y adolescentes en situación de vulnerabilidad o de calle.

Espacio Cultural

Abierto en 2017, el espacio cultural permite la interacción entre los usuarios de Qosqo Maki, el público y los artistas alrededor de la cultura. Cuenta con un equipo completo de luces y sonido y está a disposición de los artistas para sus ensayos, talleres y funciones.

Niños y adolescentes que pasaron por Qosqo Maki

Historias de éxito

OLIBERT VALDIVIA CONDORI

Un joven apasionado por alentar a su equipo de fútbol enfrentó episodios difíciles que pusieron en riesgo su integridad física, incluso su visión. Invitado por otro joven, llegó al dormitorio Qosqo Maki tras pasar tiempo en la calle, expuesto a peligros, especialmente por las noches. Aunque la vida lo golpeaba, encontraba felicidad en apoyar a su equipo, aunque esto a menudo terminaba en peleas entre barras.
Descubrió el taller de panadería de Qosqo Maki, se entusiasmó y comenzó a aprender. En poco tiempo, dominó el arte de la bollería francesa, creando croissants, panes de chocolate, baguettes y más. Este oficio le abrió oportunidades laborales en hoteles turísticos, donde trabaja con dignidad. Actualmente, Olibert es parte de la cadena “CUSCO RESTAURANTS”, dedica su tiempo libre a su hija y, pese a dificultades de salud, se considera feliz. Su frase: “Hago lo que mamá Isabel me enseñó y prometí ayudar a mis hermanos del dormitorio”.

JACK MAYKOL CHOQUE CONDORI

De niño huyó de la violencia familiar y vivió en la calle, donde conoció el dormitorio Qosqo Maki. Allí se adaptó rápidamente, hizo amigos y continuó trabajando vendiendo caramelos y cantando en restaurantes, gastando sus propinas en comida chatarra y videojuegos. Con acompañamiento, tomó conciencia de su situación, retomó sus estudios y los completó.
Ahorró dinero, se capacitó en la panadería Qosqo Maki y, al cumplir la mayoría de edad, asumió como responsable de producción. Luego inició estudios en Chef internacional y alta cocina mientras trabajaba en un restaurante turístico. Actualmente, está por terminar su carrera y se reinventa como sobreviviente de la pandemia.

JOSÉ LUIS HUARCAYA GÓMEZ

Conocido como “Coche”, llegó al dormitorio a los 7 años tras ser expulsado de su hogar por violencia y alcoholismo. Sobrevivió en la calle limpiando lápidas en el cementerio y soñando con ser futbolista, administrador de empresas y aprender idiomas. Junto a amigos como “Carloncho” y “El Pitufo”, jugaba fútbol con botellas o pelotas viejas en calles, parques o cerca de Sacsayhuamán.
Descubrieron Qosqo Maki y dejaron de dormir en la calle. A los 13 años, “Coche” pidió aprender panadería y aprovechó al máximo la oportunidad. Tras su formación, retomó y terminó sus estudios, promovió la creación de una sala de grabaciones para rap e improvisación, y destacó en bollería francesa, enseñando incluso en una panadería de Tarapoto. Hoy trabaja en la panadería del Hotel Monasterio, aprende inglés y sigue jugando fútbol.